tag:blogger.com,1999:blog-4957153371522809832024-02-08T04:24:52.916-08:00Destilando SensacionesOctaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.comBlogger23125tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-68773829961202889112011-09-12T20:12:00.000-07:002011-09-12T20:12:33.316-07:00<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;"><b><u>Eternidades de río<o:p></o:p></u></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;"><b><u><br />
</u></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">I</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p> </o:p>Me desperté de cara a un techo de madera que estaba muy cerca. No entendía qué miraba, tampoco estaba asustado, recién me levantaba. Empezaba a recordar: había dormido en el barco. Nos quedamos toda la noche en la amarra pescando (aunque no salió nada). Salí de la conejera. Mi abuelo ya estaba afuera trabajando. Abrí la garrafa y me puse a calentar agua.</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p> </o:p>Cebé el primer mate. Lo dejé sobre la mesa para refregarme los ojos todavía entumecidos por el sueño. Hacía poco había clareado y todavía corría una neblina de frío sobre el agua. Salí a la cubierta y miré el amarradero. Mi abuelo me miró pensando que ya era tarde para trabajar. Me ofreció facturas. Se había cruzado bien temprano y las había comprado. Yo pensaba que era muy fácil la vida de río cuando estás en la marina. Me puse a desayunar mientras él lijaba la cubierta.</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">-Muy buenas facturas, Negro. –Le dije.</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">-Son buenas.</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p> </o:p>Pensé en la mano que amasó esas medialunas. Una mano que nunca vería me estaba alimentando. Yo seguía masticando y ceband</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">-Cuando era pibe, ya a las seis de la mañana se llenaba la casa de olor a comida. En la isla vivíamos todos juntos. Mi abuela a las cinco de la mañana se levantaba y se ponía a cocinar. Vos estabas durmiendo y de golpe escuchabas los pasitos de ella que iba para la cocina. Hacía medialunas, pan casero, pan dulce. Llegaba hasta el monte el olor.<span> </span>Desayunábamos todos juntos y después cada uno iba a lo suyo. Mi viejo se iba a laburar, nosotros teníamos fruta. En la isla se cultivaba mucho antes. Los más grandes lo ayudaban. Mi tío y mi vieja cargaban la almacenera y salían. Y la abuela se quedaba haciendo cosas de la casa. Nosotros con Víctor íbamos al colegio (y ahí volvíamos a desayunar) o sino nos quedábamos por ahí pescando o dando una mano a alguno.<span style="color: black;"> -Mi</span>entras seguía lijando me contaba sin mirarme. No paraba de hablar. Yo disfrutaba escucharlo. “Igual estas facturas están buenas.”</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p> </o:p>Me encantaba escuchar y volver a escuchar las anécdotas que contaba. Siempre me hablaba como si no supiese nada, ni del río, ni de su vida, ni de historia. Entonces no omitía nada. Pero me encantaba escucharlo. Yo me dedicaba a descubrir qué cambiaba de las anécdotas cada vez que las contaba. Pero lo mejor estaba en cómo las contaba. La cadencia y la profundidad de su voz me alcanzaban para estar tardes enteras escuchándolo. Su voz tenía color de río. Pausas profundas como remansos, un espíritu ligero como de camalote y una tranquilidad inquebrantable, la dignidad del junco. No importaba tanto que decía, sino saber que eran palabras que venían del río. Todo lo que trae el río es regalo y es bueno. El río es bueno.</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p> </o:p>Terminé de desayunar y me puse a trabajar. Tomé la rasqueta, el aguarrás y a levantar barniz. Las viejas del agua chupaban el casco del barco en busca de verdín. Trabajaba mientras descubría nuevos callos que nacían, ampollas reventadas y manos ásperas, frutos del trabajo.</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p> </o:p>El año pasado habíamos sacado el barco a tierra para limpiar el casco y arreglar algunas cosas del motor. Ahora sólo lijábamos la madera de la cubierta para barnizarla devuelta. No íbamos a sacarlo del agua para eso. Quedaban dos días de trabajo apenas, ya habíamos trabajado el día anterior. Buenas vacaciones para mí.</div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm;"><br />
</div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm;"><i><span style="color: black;">(Levanto del río un bagre amarillo, <br />
grasosa esperanza que mordió el anzuelo. <br />
Espero con él apaciguar otra sed)<o:p></o:p></span></i></div><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br clear="all" style="page-break-before: always;" /> </span> <div align="center" style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: center;">II</div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-indent: 35.4pt;">Asomaba el sol del medio día. El negro sabía la hora por la posición del astro (o decía saberlo). <span style="color: black;">Tragué otro mate. El agua tibia exploraba mi boca. Luego cebaba otro, se lo daba a mi abuelo y seguí lijando la cubierta. Lo veía feliz. <span> </span>El Negro entró a la cabina para buscar un salame. La idea era usarlo para tirarle a la boga, pero le pareció más tentador comerlo. Lo cortó todo y mientras trabajábamos, picábamos algo. Yo dejé el mate de lado.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Hablábamos del agua. De la vida en la isla, de su infancia, de la pesca, de cuando se fueron a Tigre. <o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Cuando todavía era chico se fueron de la isla, vendieron la quinta. Seguían cerca del río, pero no era lo mismo. Se quedaron con el reparto a <st1:personname productid="la Isla" w:st="on">la Isla</st1:personname>, la lancha almacenera, “<st1:personname productid="La Negrita" w:st="on">La Negrita</st1:personname>”. Pero tuvieron que buscar otros trabajos, más de tierra firme.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Cada vez comían menos pescado. El río estaba más sucio, y ellos con menos tiempo para pescar. Comían pollo, carne, verduras, guisos, puchero, mondongo, pero poco pescado, poco chupín. A mi abuelo le gusta mucho el pescado y cocina bastante, pero si es de mar. Dice que el de río es muy sucio como para comer pescado de ahí. Una lástima. Igual, hablándolo un poco, logramos que haga bichos de río. Cocina muy bien mi abuelo.</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p> </o:p>Volví a entrar en la cabina. Abrí el gas y me puse a calentar agua de vuelta. Nuevos mates para seguir la charla. En el río las charlas son eternas. Los minutos son eternos. El instante es eterno. Y si uno se siente cómodo, es como la eternidad del cielo. Cuando uno está cómodo en el río no quiere irse nunca. Ahí está el sentido de lo eterno.</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"> Salí afuera a cebar. Por hoy ya habíamos laburado suficiente. Una mañana de trabajo nos alcanzaba. Ahora a disfrutar el río.</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><o:p> </o:p>El negro chupa el mate. Lo deja para tomar un pedazo de pan y salame que come. Mira las olas del Lujan como si fueran lejanas.</div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm;"><span style="color: black;">–Lindo, che. –Me dice.<br />
–Lindo.<br />
–Antes acá tirabas un medio mundo y levantabas cualquier cosa. –De vuelta me hablaba cómo si no supiese nada- Cuándo éramos pibes con Víctor nos pasábamos toda la tarde mojarreando. Unas mojarras así sacábamos. Aceite bien caliente y del río a la panza. <br />
-¿Y qué pasó con todo eso? –Le sigo la corriente.<br />
-La roña, el pescado no baja. Se va dónde está más limpio. Aparte no va a venir. Arriba de la presa tiene agua, comida, ¿qué va a bajar? Con las presas tiene que haber mucha crecida para que venga. <br />
-Igual se pesca todavía. <br />
-Sí, pero tenés que dar mucha vuelta. Antes comíamos lo que pescábamos. Ahora no como un pescado de río ni en pedo. <br />
-No digas boludeces, abuelo. <br />
-No, tiene que ser muy limpio el pescado para comerlo. Depende dónde lo saques, qué pescado. Acá sale manduba, pero yo no como manduba de acá ni en pedo. Viene a comer a los baños del club. <br />
-Vos mucho blabla. Después te veo haciendo chupín, tirando algo a la parrilla.<br />
-Estás muy equivocado. Yo lo que puedo llegar a comer, del río, es pejerrey en invierno alguna boga o dorado. Depende mucho donde lo saques. Después vamos a dar una vuelta y pescamos. Si sale algo lindo lo comemos, si querés. Pero difícil. <o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm;"><i><span style="color: black;">(Sábalos asquerosos que juegan con nosotros<br />
<span> </span>sus lomos mentirosos juegan a flor de agua<br />
<span> </span>pero no pican,<br />
<span> </span>mierda que no pican. No sé dar más<br />
<span> </span>sacrificio que el humo del junco seco)<o:p></o:p></span></i></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm;"><i><span style="color: black;"><br />
</span></i></div><div align="center" style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: center;"><span style="color: black;">III<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Soltamos la amarra. Salíamos del amarradero a dar unas vueltas y a tirar unas líneas, a ver si levantábamos algo. Los sábalos nos escoltaron hasta que salimos.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Recorrimos el Luján junto con remeros, lanchitas, barcos. Las lanchas colectiveras, imponentes en su paso, no tenían clemencia por nadie. Los botes escalaban las olas con miedo a voltearse. Alguno que otro no lograba zafar del oleaje. Peor se las verían en el Vinculación. Allí las lanchas grandes agarran más velocidad y los pequeños se reparan únicamente en la astucia de sus timoneles.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Nosotros teníamos un velerito pesado, y el Negro es un buen piloto. Avanzamos lento pero sin miedo.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Mientras avanzábamos un biguá perdido se sumergía entre el agua y el gasoil para cazar peces. Parecía no conseguirlo. Se sumergía y volvía a salir, sin nada. Obstinado seguía intentando. Parecía no darse cuenta que los motores espantan al pescado. Ni siquiera bichos sucios encontraría. Pobre pájaro. Ya volverá con los suyos. En algún lugar tendrá comida.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Nosotros seguimos navegando por suntuosos ríos que nos llevaban mareados a las entrañas del monte. Desde el escenario de agua veíamos y escuchábamos el misterio del olvido: el delta maravilloso. Muelles olvidados que vomitaban al río sus podridas maderas. Casas que sonreían a los turistas que quisieran pagar el alquiler. Madereras que reúnen hombres que ahora, pasado el almuerzo, descansan sus cuerpos laboriosos con la sacramental siesta. Por todos lados chicotes esperando visitas que muerdan sus anzuelos.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Nosotros, que no habíamos almorzado, tragamos el fiambre que compramos. Jamón, queso y pan. Descorchamos un vino (barato pero vino) para endulzar la tarde. Nos embriagamos de alegría y de plenitud. Esa que solo el delta puede dar. El río lo lleva a pensar a uno que el mundo es perfecto.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Seguíamos nuestro camino buscando el pique. Navegando ya entre los bancos del Río de <st1:personname productid="La Plata" w:st="on">La Plata</st1:personname> veíamos los juncales a lo lejos.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Los juncos se abrazan hermanados y forman pequeñas islas. En ellas el pescador sabio sabe encontrar lindos bichos. El pescado chico va a buscar la semilla del junco, los bichos grandes lo siguen y se pierden en el laberinto. <o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">En general donde hay junco hay poca agua. Y si se pesca, se busca de flote porque se enriada de fondo. Igual cuando se tira hay que tener mucho cuidado, es muy fácil perder la línea si se engancha en un junquito. Muchos para pescar ahí se mandan arriba del banco. Para eso hay que levantar el motor, si la lancha cala poco, o ir en un bote. También están los que bajan de la embarcación y se paran en los bancos (con los pantalones arremangados) y desde allí pescan. Nosotros buscamos el agua para no vararnos, pero nos quedamos un tiempo tirando de flote. A lo lejos del junco.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Agarré un vaso con vino mientras esperaba ver si picaba algo. A lo lejos veíamos la figura de un hombre cortando junco. Nos estaba espantando el poco pique que había. Seguro que era un junquero; tipos que viven de cortar el junco, secarlo y venderlo para hacer manualidades. A veces ellos mismos las hacen. El junco se usa mucho, pero se paga poco.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black;">–Que laburo de mierda. –Dice el Negro mirándolo, mientras traga el queso.<br />
–Posta. –Igual yo pensaba que ese tipo conoce el verdadero sentido del río, el que perdió mi abuelo. Ese tipo es libre, es de río y nosotros no. Qué envidia.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm;"><i><span style="color: black;">(En una oscuridad de laberinto,<br />
que no tiene puertas ni horizonte,<br />
espero que de algún lugar explote<br />
la buena suerte.<br />
Y nunca más ser invisible:<br />
Saberme entero)<o:p></o:p></span></i></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm;"><i><span style="color: black;"><br />
</span></i></div><div align="center" style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: center;"><span style="color: black;">IV<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Gareteando nos metimos dentro de un arroyo. Yo tenía un poco de miedo de estar ahí. Había poco agua y el mástil empezaba a enredarse entre las ramas de los árboles. Las ramas suelen hacer que los arroyos parezcan túneles secretos, pasillos de un laberinto mágico hecho de agua y barro.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Ya eran cómo las cinco de la tarde y estábamos bastante lejos. En todo el día no sacamos nada. Habíamos recorrido muchísimo buscando el pique. Si ahí no se daba nos volvíamos. En todo el día lo único que habíamos visto eran sábalos. Pero es un bicho que no pica. Está a flor de agua, te confunde y no pica. Nomás lo podés sacar si tenés medio mundo, o alguna red. Pero no sirve, no se come ni nada. Para lo único que podés usarlo es para encarnarlo vivo y tirarle al dorado, o alguna tarucha. Pero si no hay pique ¿para qué queremos los sábalos?<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">En el arroyo había alguna cosita jugando a flor de agua aunque tampoco picaba. Dicen algunos que cuando el pescado está mucho arriba, que salta y se lo ve mucho, no pica. O porque está desovando, o porque tiene mucha comida. No sé bien eso como es. La cuestión que no picaba nada.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Yo tiraba de flote, de fondo, mojarreaba y nada. Todavía tenía un poco de sabor a vino en la boca. Calenté agua y cebé mates para terminar las facturas que quedaban de la mañana.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">La corriente nos llevó muy adentro del arroyo. Ya no quedaban casitas, ni ningún rastro de humanos. Por donde mires el monte se asomaba como queriendo saltar al río. En un remanso del arroyo, tímido, se asomaba un muelle y detrás de él una casilla. Mi abuelo los observaba mientras limpiaba de su barba migas. Se izaban en el muelle dos mojarreras y una línea de fondo; detrás, dos padres y cuatro hijos cómo escoltas.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Yo los miraba estúpido. Había algo que no entendía. Una familia estaba pescando. Ya era tarde. Nosotros también pescábamos. Pero había algo distinto. Al costado del muelle había una canoa y un chinchorro con un motorcito fuera de borda. El padre levantó un bagre chiquito, muy chiquito. Yo me preguntaba porqué no lo devolvía al río (era muy chiquito). Una niña se llevaba el pescado aún saltando adentro de la casilla. Otro de los pibes que había miraba con envidia al adulto que pescó, seguramente deseando que algo se prenda en su caña.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">La chica que entró con el bagre se puso a jugar con uno de sus hermanos lejos del muelle. Era el único sonido que se escuchaba contrastando con la realidad de los pescadores concentrados en sus cañas.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black;">-Pobres junqueros- dijo mi abuelo –Hoy comen lo que pescan. –Dijo sacándose azúcar impalpable de la cara.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="color: black;">Pensé que el también, en algún momento, comía lo que pescaba. Pero ahora, y desde hace mucho tiempo, no había más pique. <o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black;">Yo sentí que tenía la comisura de la boca manchada con dulce de leche. Me dí asco.<o:p></o:p></span></div><div style="line-height: 150%; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 390.0pt; text-align: justify;"><i>Espero que esta época <span> </span>se olvide de mí<o:p></o:p></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 390.0pt; text-align: justify;"><i>Y de los míos. Quiero vivir un tiempo de eternidad<o:p></o:p></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 390.0pt; text-align: justify;"><i>Un tiempo de isla que no envejece. <span> </span>Sé pescar<o:p></o:p></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; tab-stops: 390.0pt; text-align: justify;"><i>Y como pescado<o:p></o:p></i></div><i><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Pero me han robado el río.</span></i><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span> </span></span>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-5591548756707935912011-04-11T16:19:00.001-07:002011-04-11T16:19:33.488-07:00EL RELOJ DE NANO<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">Algunos de los amigos de Nano ya se imaginaban que iba a pasar. El tipo siempre fue un hombre puntual y preciso. Ni un minuto antes ni uno después se encontraba siempre en el lugar y momento acordado. Pero un día, Nano, llego diez minutos tarde a un asado. Aunque alarmados, los amigos dejaron pasar la situación, ya que una demora, “hasta Nano la tiene”. Sin embargo, esa no sería una situación única ni aislada, sino el preámbulo del caos.</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">De diez, Quince, veinte, cuarenta y hasta sesenta minutos comenzaron a ser demoras habituales en la vida de Nano. Varias veces estuvo al borde de perder su trabajo, como el amor de sus padres. “Un hombre justo es un hombre puntual. Ni un momento antes ni después” decía siempre el viejo de Nano “y es por eso, que detrás de cada gran hombre, siempre hay un gran reloj:”<span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Nano no entendía que era lo que pasaba. Él no salía ni un minuto antes o después del momento en que debía salir de su casa para llegar a tiempo. ¿Qué es lo que pasaba? Una falla o retraso general en los transportes nacionales. ¿Qué? ¡¿Qué?! Esa pregunta lo mortificaba.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De pronto, la respuesta sobre su muñeca. No podía ser así. Es que en tantos años nunca había pasado algo similar. Nano comprendía que no existía otra alternativa, era esa la única justificación valida para comprender lo que le sucedía –o por lo menos en la lógica humana-. De pronto, toda su felicidad, la que había descubierto en la sencillez, pulcritud y precisión, cayó, dejando a un hombre desnudo e indefenso, frente a la gran masa de desorden y caos que sabe ser el mundo en el que estaba inmerso él. Su boca debía pronunciar la conclusión final de su tortuoso razonamiento lógico, y así podría enfrentar a tal mal, y buscar una solución. Pues por más que doliera, debía admitir que su reloj…el mismo que lo acompañó siempre…retrasaba. Y así lo dijo.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">En el mismo instante en que lo hizo, su compañero, su secretario, su colega y apuntador, pero por sobretodo el ser al que había sabido dar valor, dar amor, y dar identidad, su reloj, se detuvo por completo. Ahora si, decir que estaba retrasado era una falsedad; el reloj se encontraba detenido. Sus negras manecitas ya no acariciaban las horas. </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Una lágrima precipitó de los ojos de Nano. Sintió como que el corazón se le congeló, “se le detuvo”. Perder a su reloj, es algo que un hombre como Nano nunca se hubiese imaginado. Pero él no dejaría que sucediera. Le volvería a dar vida. No se lo perdonaría nunca haberlo dejado así. </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Algunos conocimientos de relojería estaban en su mente. Nano, con el corazón en la garganta, desarmó su reloj. Revisó el estado de la batería, los engranajes, a ver si lograba curarlo con esa mecánica y casera alquimia. Pero nada. Ya no sabía que podía ser, simplemente que el motor no andaba. No se movía, pronto no tendría arreglo.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">El deshecho espíritu de Nano hizo todo lo que pudo para recuperar algún pequeño signo de vida del aparato. Inútil fue. Quizás hasta empeoró la situación. Lo único que lo tranquilizaba era saber que reloj no estaba enterado de todo eso, solamente dormía. En su muñeca dormía hoy, pero, quizás, despertaría en la muñeca de Dante mañana. Esa suposición apresuraba y asustaba a Nano. </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Sin saber que más hacer salió a la calle, rumiando el llanto. Hubiera llamado a un relojero para que lo fuera a buscar, de no saber que él caminando llegaría más rápido que cualquier humano. En los momentos que no corría, volaba con las alas de la desesperación. Llegó a donde quería. El relojero de turno quiso hacerlo esperar para que completara unos papeles, y de paso tomar un café. Violentamente, Nano lo levanto en el aire y le dijo, de manera cortés, que lo atendiera rápido. Nano no sabía de donde sacó ni la fuerza ni la violencia que irradiaba. Quizás de un pretérito sentimiento que vinculaba a los dos seres. Repito: Nano, le daba amor y vida al reloj, y viceversa.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">El relojero se llevo al reloj a su taller mientras Nano esperaba en el vestíbulo. Los minutos fueron eternos. En eso, vio como un gato cazaba a un pájaro, como un perro castigaba al gato, y como una señora le daba un carterazo al perro, para que un muchacho le<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>robe la cartera a la señora. Ninguna de estas acciones conmovió o movilizó a Nano. Sólo tenía espacio en su corazón para sufrir por su reloj, y reflexionar como pudo hacer esto, que mal dueño que es, porque a ellos, él lo quiere tanto.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">La puerta del taller se abrió como un grito. Los ojos de Nano se hicieron grandes, grandes. Sus oídos se prestaron con la mayor atención a las palabras del cirujano, quién no tardó en dar su verdad: “mire” –siempre que lo tratan de usted a Nano, suele sentirse sólo y alejado del locutor, pero en ese momento nada más que la salud de su reloj le importaba, aunque le acentuaba un sentimiento de soledad- “la situación es grave” –Nano trago saliva, sintió que también tragaba tachuelas- “la grasa de los engranajes se…, como decirle, se coaguló, digamos. Está todo trabado. Yo ahora tengo su reloj conectado a una maquinita que le suministra un producto que licua la grasa. Mientras esté conectado ahí, existe la posibilidad de que lo supere. La cuestión, es que su reloj, necesita otro motor. No tiene arreglo sino”.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Nano le pregunto que posibilidades había de conseguir otro motor. “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mire</i> “ – devuelte la lejanía y la soledad- “no puedo negarle que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">situación es grave</i>. Habrá que esperar que aparezca un reloj sin arreglo pero con el motor intacto.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y a eso tenemos que sumarle que sea compatible con el sistema del reloj. Ya puedo licuarle la grasa, que el reloj vuelva a funcionar y se lo lleve. Pero si no le cambiamos lo antes posible el motor, tendrá más tarde otra recaída, y no creo que la soporte. Mi consejo es que lo deje aquí conectado, y confíe en que va a aparecer otro motor.” Nano no sabía bien que hacer, aunque sin demorarse le dijo que sí. La única posibilidad era confiar. Sabía que si titubeaba, sería peor.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Esa noche, como las siguientes, no pudo cerrar los ojos. La idea “reloj detenido” lo devastaba. Se le escapaban algunas lágrimas de tanto en tanto. ¿Y si no había donante? ¿Y si no lo soportaba? ¿Valdrá la pena una vida sin su reloj? Nano vió amanecer en su ventana, no había dormido nada. El terror hasta el sueño se llevaba. </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Veloz se levanto, vistió y marchó a la relojería.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Y los días pasaban y Nano cada vez estaba más débil. Tubo que dejar su trabajo, pero no importaba nada más que la salud de su reloj. Necesitaba un corazoncito que lo salve. Su casa había sido ocupada por toda clase de basuras y alimañas, hasta quedar irreconocible. Durante días estuvo durmiendo en la relojería. “Dormía” en una cama bastante frugal (donde el piso cumplía las veces de catrera) y fría.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sin embargo, como ya he dicho, Nano no descansaría. Nano no viviría. Su corazón también se había detenido.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Y los días pasaban igual que antes. “Ojalá mañana dejaran de sucederse” deseaba Nano. El reloj cada vez tenía menos posibilidades, su dueño ya no sabía que hacer. Deseaba males a los relojes de sus amigos. Deseaba muy profundamente que se descompongan, se quiebren sus manecillas. Que los engranajes se apiñen, o simplemente que lo “pierdan”.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Llegó a tal desesperación que cualquier moral y ética se borró de su recuerdo. Tras tres o cuatro intentos, logró robarle un reloj a un hombre con cara de ofuscado (creo que era vecino de Nano) para sacarle el motor y dárselo a su reloj. </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">El relojero no preguntó de donde lo sacó, porque bien lo sabía. Inmediatamente hizo el trasplante sin imaginarse como reaccionaría el reloj. No había tiempo. Era eso o nada. La operación se demoró, pero no hubo mayores complicaciones. El reloj estuvo tres días en observación.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Cuando todos pensaron que el mecanismo sobreviviría, cuando Nano había recuperado el sueño, cuando todo parecía volver a la normalidad, el reloj volvió a decaer. Parecía rechazar el nuevo motor. Entonces Nano comprendió. Ese hombre trataba mal a su reloj, por lo que su pequeño motor se llenó de malos sentimientos, cosas que el reloj de Nano nunca había sentido (a diferencia de Nano). Este no podía tener ese dolor en su nuevo corazón. Pero no es todo. Nano, en la desesperación, había robado y matado, un acto de desamor y odio. Querer devolverle la vida a su reloj sólo podía lograrse a partir de un acto de amor.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">El reloj había perdido mucha fuerza<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y necesitaba ese mismo día un motor, sino moriría. Nano tomó una decisión.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">El hombre no sabía bien que hacer. En todos sus años en el oficio nunca había hecho algo que se le parezca. Parecía muy decidido el muchacho, y no tenía otra opción que intentar. Temía que muera en esa extraña maniobra quirúrgica. Pero no era su decisión, y lo hizo. El buen relojero, detuvo el corazón del muchacho, como también lo hizo con el motor fallido del reloj.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Tomó con el mayor de los recaudos el corazón humano, lleno de alegrías y recuerdos felices con su reloj y lo puse dentro del mecanismo, entre los engranajes. Lo acomodó y cerro la tapa. </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Luego, tomó el atrofiado motor, colmado por los recuerdos de maltrato y dolor, y lo puso dentro del pecho del muchacho, para luego cerrar su caja toráxica. </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Tanto el reloj como Nano se recuperaron. Volvieron a sus vidas, aunque cambiadas. Nano estaba sin trabajo y con la casa en debacle. El reloj, ahora funcionaba mejor que antes. </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Nano, si bien vivo, no volvió a tener esa sonrisa que tan bien lo caracterizaba. Ese corazón mecánico, y los malos recuerdos del anterior dueño le impedían expresar el amor, y por sobre todo, le impedía ser feliz. </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Sin embargo, cada vez que veía brillar las manecillas de su reloj, y tener la exactitud horaria que lo caracterizaba, se le caía una lágrima de alegría, la única que le quedaba, y pensaba que valió la pena. Aunque él esté triste, aunque le duelan las aristas del motor, aunque tenga infelices recuerdos que no son suyos, valió a pena, porque era su reloj.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD">Y así pasaron los años y murió Nano sin volver a sonreír (salvo cuando consultaba la hora). El reloj, que le quedaron muchos años de vida, supo aprovechar esa oportunidad que le dio su dueño, y rezó siempre por él, quién le susurraba a los oídos, en pequeños ruiditos cotidianos, que dar la vida por él, había sido la mayor felicidad que pudo vivir.</span></div>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-70682669698960509962011-03-02T18:49:00.000-08:002011-03-02T18:54:16.100-08:00MANIFIESTO 21.49<p class="MsoNormal">Queridos míos<br />Les pedí a los que vienen<br />Que no nos recuerden por nuestras<br />Palabras de vino, papel y ruido.<br />Sino que nos olviden,<br />Por los mundos que cambiamos,<br />por las mudezas que gritamos y por los ciegos que alimentamos.<br />Hermanos míos,<br />Que no sepan quienes fuimos, ni que mano<br />Descosió sus bolsillos.<br />Deseo un deseo. Que espero poder compartir:<br />Ser el más débil, la naturaleza del barro.<br />Porque sé que de la mano del pobre nace la revolución<br />-la verdadera-<br />Y no de los cuellos almidonados del rico.<br />Ser el pequeño y entender<br />al teatro que usamos para burlarnos de nosotros, los burgos.<br />La popular, que necesitamos para sentir con los postergados,<br />como ellos, siendo ellos.<br />Y la poesía, para cambiar nuestras propias ideas de granero y de living amplio.<br />Y finalmente los libros,<br />Los escritores acartonados, o de escribir con carbón,<br />Para discutir lo que ya sabemos<br />Y para tener más temas de buen vecino, más que bueyes perdidos. </p> <p class="MsoNormal">Saboreamos colegas esta idea;<br />No somos naidies en nosotros mismos.<br />Sólo somos el pueblo en que nos hermanamos.<br />Pero como son muchos, elegiremos un lazo de fraternidad.<br />Y según cual, que pueblo será.<br />Les garantizo una cosa,<br />Si nos hermana la pobreza, el futuro<br />Es nuestro.</p>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-9403116952965019212010-10-04T11:32:00.000-07:002010-10-04T11:35:36.439-07:00SONETO IRREGULAR AL GUITARRISTA<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Segoe UI', Tahoma, Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 13px; color: rgb(42, 42, 42); "><p class="ecxMsoNormal" style="line-height: 17px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 1.35em; margin-left: 0px; "><span lang="ES-AR" style="line-height: 17px; ">Guitarrista, la calle conociste.<br /></span>Te veo soñar con tu sudor.<br />Llevar a tu boca pan de dolor.<br />Y extrañar al músico que fuiste.</p><p class="ecxMsoNormal" style="line-height: 17px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 1.35em; margin-left: 0px; ">A tu guitarra de cinco cuerdas<br />la pierna y la cuarta le cortaron.<br />Ni el sonido de aquellos tangos<br />Te quedaron para las penas.</p><p class="ecxMsoNormal" style="line-height: 17px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 1.35em; margin-left: 0px; ">Del tren imparable sos amigo.<br />Aun que él no te conoce,<br />son suyas las migas de tu destino.</p><p class="ecxMsoNormal" style="line-height: 17px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 1.35em; margin-left: 0px; ">¿Sonará tu guitarra con cuerdas nuevas?<br />Mientras tanto te sentás a esperar el Futuro.<br />¿Sonará de vuelta tu risa serena? </p></span>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-5930329807562736322010-07-01T16:24:00.000-07:002010-07-01T16:29:24.520-07:00UN HOMBRE MÁS<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 11px; color: rgb(51, 51, 51); line-height: 14px; ">En horas de ruido<br />La música desaparece.<br />En la borrachera de los tiempos.<br />Parece resurgir el mismo silencioso frío<br />Que congeló las brasas de los pobres<br />Y arropó los sueños de los nobles.<br />Porque si cayeron los grandes relatos<br />No hay más finales felices<br />Y sólo podrán sonreír,<br />los que nacieron con antifaz.<br />Yo confío en los hombres<br />restaurarán un relato.<br />Habrá nuevas excusas para vivir<br />y para transformar el mundo,<br />Para construir la felicidad.<br />Con las herramientas que tenemos,<br />cuando la resaca de la historia comience,<br />terminaremos lo empezado.<br />Porque a pesar de todo,<br />Seguimos siendo humanos.<br /><br /><br />En lo profundo de la ciudad triste y de concreto, tras el velo de fiesta y alcohol, más allá del humo cegador, en la ciudad, hay una plaza verde. Allí los ruidos no penetran. Enrejada, cierto, pero detrás del alambre está el lago. Si se desea es posible pasar por alto el obstáculo. Encontraremos entonces, y muy cerquita del subte, un lago bellísimo, inmenso, mágico.<br />Las rostros allí, sin preocupaciones, enamorados, son felices y los hombres iguales.<br />En las entrañas de la ciudad, en lo más profundo, detrás de una muralla de desierto, y una altísima reja, está la felicidad. Un corazón que bombea vida y tiempo para quién lo desea. Quien puede verlo se sentirá pleno, ni hambre ni frío ni aburrimiento pasará jamás.<br />Sé que algún día, la ciudad se dará cuenta que sus entrañas no están hechas ni de fealdad, ni de barro, ni de dolor, ni de tristeza ni de carteles de neón, ni puertas de boliches ni chicos pidiendo en las calles, ni empresarios que amasan fortunas. Cuándo la ciudad entienda que lo más íntimo que tiene es la plaza, toda ella se transformará en parque, en lago, en felicidad. Quedará a un costado eso que se cree en el centro, hasta que por fin, solito caiga del tablero. Entonces la vida misma será sublime, y así será para todos los que en ella habitan, los que la visitan o los que la tengan de vecina.<br />Después de todo la ciudad es como un hombre más.</span>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-15804785802773946842010-04-09T19:53:00.000-07:002010-04-09T19:55:26.700-07:00PRISIÓN DE ALMIZCLE<p class="MsoNormal">Injurio las carcajadas de tus chamameceros,<br />ellas intentan darme a probar su vino.<br />Sé que sabe a vos, almizcle.<br />No podré echarme a bailar<br />Mientras los fantasmas de éste escritor<br />cercenen la comisura de sus labios.</p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR"><o:p>Fantasmas de éste escritor<br />y de la sociedad toda.</o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR"><o:p>y de la historia entera.</o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR"><o:p>y del chico que cruje su vientre para pedir una moneda</o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR"><o:p>y del explotado que muerde sus muñecas para saborear su sangre</o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR"><o:p>y de los que diseccionan al gigante social, reventando su catinga,<br />y llenan de podredumbre y de miseria los barrios que quisieron mejorar.</o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR">Y del rico que cae en la trampa del almizcle<br /><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR">y de <st1:personname productid="La Iacona" st="on">La Iacona</st1:personname>, que sabe que él también cayó en esa trampa,<br />pero que disfruta las arcadas que le produce el dulzor del veneno.</span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR">¡Almizcle alguien te transformará en miel!<br />No habrá más cadenas, pobreza, oprimidos ni los otros clichés que militan.<br />Brotarán de las heridas de la historia libertad, trabajo y sus frutos en juego,<br />ya no más sangre.</span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR">Almizcle, ahora estás tranquilo, porque hasta que llegue el Mesías que trague la catinga<span style="mso-spacerun:yes"> <br />[olorosa y te erradique del destino de la familia Humanidad,<br />sólo están los comediantes –y algunos escritores- que injurian a tus fantasmas.</span></span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language:ES-AR"><o:p>Yo te voy a advertir, antes de ir a tocarle el culo a uno de tus músicos,<br />que si bien nosotros no podemos hacer nada más que reírnos –llorando-<br />en este juego, vos tenés las de perder.</o:p></span></p>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-11474506886919811482010-02-23T17:16:00.000-08:002010-02-23T17:20:17.331-08:00ALCOHOLES HEDIONDOS<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Beberé tu alcohol.<br />Me saciaré con el licor de tus ojos,<br />ese dulce iris que funde mis párpados,<br />evitando, al fin, ver el<br />Muro rojo contra el que estalla mi hígado,<br />contra el que revienta mi corazón,<br /><span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">so</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">bre el cual se posan los buitres, esperando<br />comer un listón de mi carne.<br />Así, mezclaré mis jugos con los tuyos,<br />mientras rebane en finas rodajas<br />mis sienes, mi alma, mi cabeza,<br />y encuentre ese centímetro cuadrado<br />de recuerdo, donde se gravó la sombra de mi amor.<br />Te lo daré y lo comerás. Lo vomitarás en mi boca<br />y yo olvidaré mi feliz pasado.<br />Aturdido, mareado, rebajado, denigrado, seré<br />bañado por la palangana de la miel y el alcohol<br />que lavará mis ojos mientras arden y<br />tapará mis heridas por un rato.<br />Así, pensando que estoy amando-la devuelta<br />a ella,<br /><span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">te</span><span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">besaré,<br />fría y promiscua botella.</span></span></span></span></span></span></p>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-57337325385374258612009-01-02T07:05:00.000-08:002009-01-02T07:21:49.260-08:00EL HOMBRE AZUL<span style="font-family: verdana; font-style: italic;font-size:100%;" >Entre el rechinar de calaveras<br />camina el hombre azul.<br />Huele el cielo aterciopelado<br />mientras dibuja sonrisas ajenas con las estrellas.<br />La llora, la des-toca, la des-huele,<br />pero no la olvida.<br />Mientas se inyecta su sal en la sangre,<br />va dejando el metal que alguna vez tuvo.<br />Ya lo había dejado de usar, pero ahora,<br />lo pondrá en una bolsita, y colgado lo dejará<br />para que lo coman los chacales.<br />Para que, aunque quiere volver a buscarlo,<br />no lo encuentre.<br />Veo desde infinitos años, a este hombre azul.<br />Siempre atascando su enmarañada barba<br />entre las raíces del tiempo.<br />La única intensión es dolerla,<br />pero nunca velarla.<br />Hace tanto que lo veo llorando polvo<br />que no sé bien quién es.<br />Si es él, o es un mí. Creo que es el pasado común<span style="font-size:100%;"> </span><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-size:100%;"><br />el que nos fraternizará los destinos.</span><o:p><br /><br /></o:p></span>Creo que me pintaré la piel de azul,<br /></span><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: verdana; font-style: italic;font-size:100%;" >Azul oscuro.</span><o:p></o:p></span>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-52771245087653363962008-11-20T06:54:00.000-08:002008-11-20T07:01:36.422-08:00Inspirado en un cuento que no recuerdo-¿A qué te dedicas Viejo?<br />-Compro golosinas que luego vendo en el tren, así he logrado formar una familia, con auto familiar.<br />-No te creo. ¿Qué es lo que haces viejo?<br />-Tienes razón, no hago eso. Robo flores de los jardines alegres, para sacarles el perfume. Luego perfumo a los olorosos, quienes me brindan su dinero. De esta manera, he logrado construir una casa de tres pisos.<br />-Vamos, estás mintiendo, dime que te da de comer, pues que esto no es.<br />-Estás acertado. Lo único que hago de mi vida es arrebatar árboles ajenos para sacarles las raíces, y dárselas a los excéntricos comensales que pagan muy bien. Sólo así logré viajar tantas veces.<br />-Sabes muy bien que no te creo. Ya estoy bastante enojado viejo, dime de una buena vez que te alimenta.<br />-¿Enserio quieres saberlo?<br />-SI<br />-Capturo jóvenes, y les quito el vientre, el corazón, o lo necesite algún viejo ajado. Tomo su carne y la envuelvo en papel de regalo. Luego la llevo a quien me la compre. Sólo así he logrado pagar tus servicios cocinero.<br />-Pues te creo –dijo llorando- ¿Tú has vendido a mi hija?<br />-No, fuiste tu quien la cocino en aquel sabroso estofado con el que nos deleitamos, tomando ese vino mendocino que trajo tu hermano el pasado martes.Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-51476126034442190572008-10-02T18:38:00.000-07:002008-10-02T18:44:36.867-07:00<p class="MsoNormal">MI RENDENTORA</p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal">Arrancame de este lugar,<br />De esta perspectiva.<br />Sé mi princesa con zapatitos de baile<br />y con capa de tafeta.<br />Rescatame de mis dragones.<br />Esos seres bigotudos<br />Que se meten por los poros a llorar mis penas.<br />Ven con tu espada echa de palabras<br />y destrúyelos, que tu sola voz alcanza para mi.<br />Yo desde lo alto de mi torre de tardes ausentes<br />Dejaré caer mis ojos dónde vos, y extenderé mis<br />Brazos y mi barba, para que trepes por ella.<br />Y llegues, y rapes mi melena, para que nadie mas<br />Llegue hasta mi.<o:p><br /></o:p></p> <p class="MsoNormal">Pero lo extraño mi heroína,<br />Mi salvadora, <i style="">mi</i> <i style="">rendetora</i>,<br />Es que no sé quien sos,<br />y serás vos la que mire en la alta torre<br />Donde se encierra a la bestia,<br />Y la rescate de su monstruosidad. </p>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-1605787340338700392008-07-30T08:53:00.000-07:002008-07-30T08:59:58.809-07:00POEMA SOÑADO<p class="MsoNormal"></p> <p class="MsoNormal">Un poema soñado<br />me quiero tatuar en las sienes.<br />Un poema soñado que aun no existe,<br />que es aire.<br />Un poema, donde esta ella,<br />la mujer soñada.<br />Una mujer soñada que creo que existe,<br />creo que es carne.<br />Quisiera enclaustrarla en mi <i style="">poesía</i>,<br />sellarla en mi mercurio<br />Y encerrarme yo en su metal,<br />para nunca más ser liberado.<br />Aunque creo que ese es el sueño,<br />y no el poema.<br />Un sueño que será aire.</p><br /><p class="MsoNormal"></p>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-45192696806600157512008-07-08T20:36:00.000-07:002008-07-08T20:42:38.027-07:00<span style="font-style: italic;">Tras mucho tiempo ya, tanto que no recuerdo, he vuelto a la blogósfera. Vamso a ver si le doy un poco más de bola a esto en este nuevo ciclo.<br />Mientras tanto les dejo esta producción intitulada, que tiene sus muchos errores, pero francamente no tengo ganas de corregirlo. De todos modos, con sus pro y sus contra, me gusta el texto. Sólo habría que titularlo. Escucho opiniones eh.<br />Ahí les va.<br /></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Veo, frente a mí, un mar. Bastísimo e insípido. Lo pruebo, llevando el agua a mi boca <span style=""> </span>con las manos, que arden. Calma mi garganta reseca. Sobre el mar, columpiase un péndulo. En la punta, sostiene mi corazón, que arroja pequeñitas gotas rojas que se pierden en la calma del agua. Mis pies, mojados y firmes sobre la costa, lo observan columpiarse de este a oeste, de un lado al otro, mientras late en una arritmia tierna y lírica. Lo veo desangrarse sobre la mar que lo espera, pero no deja de latir. Veo mi pecho, abierto, De la gran yaga, brota metal líquido, que se esfuma por la costa y se pierde en la inconmensurabilidad del paisaje acuoso. Mi metal se pierde, huye, se aleja, sumándose a la totalidad de aquella agua. Caigo de rodillas en el agua, con dolor que quema mi piel. Me sangra la vista, pero no la bajo. Lavo mi pecho con el agua, y aunque arde, no cierra. Sólo espero que desangre pronto. Por mi mejilla cae una lágrima, y se lanza al vacío, intentando perderse también en el agua. La agarro, de un arrebato, con la mano derecha. La encierro en mi puño que grita. Grita. Soporto su fuerza, intenta escapar, pero yo soy fuerte también (o por lo menos aún). Aunque no puedo más, y abro la mano. Ahora está allí mi corazón y no más la lágrima. Veo el péndulo, y se encuentra <i style="">sólo</i>. Ahora mi corazón salta de mi mano, y se interna en el mar. Nada veloz y felizmente, se desliza por los lugares más inhóspitos de ese mar. Sin embargo, es atrapado por las redes de una sirena, que lo vio todo desde lejos. Recoge las redes, y al ver su pesca, lo toma en sus manos, lo limpia, le propicia un buen mordisco con sus afilados dientes. Lo come, y colorea de rojo su cara. Tremendo estruendo se escucha, levanto la vista y el péndulo a <i style="">caído</i>, produciendo gigantescas olas que me arrastran a mí, que desde las orillas espectaba todo. Lucho contra ese torrente que trata de fagocitarme y ahogarme. Me abraza, y yo lo abrazo, lo suelto y lo vuelvo a tomar. Lo bebo, y lo escupo. Le muerdo y a su vez el mar hace lo mismo. Pero lentamente se va vaciando, esfumándose en el aire, y queda el cause gigante seco. Toda esa agua, junto con mi sangre, mi metal y mi corazón ha desaparecido. Camino atravesando lo que fue, y llego hasta donde reposa el péndulo muerto. Y allí, en el lecho seco ahora, veo un rubí. Muy rojo y muy luminoso. Me duelen los ojos por su luz, pero puedo distinguir en la piedra, la cara de la mujer. Tomo el rubí con ambas manos, luego de tanta lucha lo conseguí. Lo acerco hasta la yaga de mi pecho, y lo dejo ahí dentro, de donde no volverá a salir, aunque yo quiera. Zurzo la herida, la cierro y la escupo para que cicatrice, dejando esa marca infinita que recuerda la aventura. Cierro los ojos y los vuelvo a abrir, y veo que todo ese colosal paisaje que ha perdido el croma. Lo veo todo gris. Ya no existe color, ni tacto, ni olor. He perdido expresión en el rostro, como también sensación. Estoy como muerto.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Camino, sin rumbo ya. Sólo me queda un gesto: el de dolor. El dolor de tener esa dulcísimo piedra, que me cautiva y enamora, que me lastima y separa mis carnes, y que cumple las veces de corazón.</p>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-17562529986486528232008-02-13T07:01:00.001-08:002008-02-13T07:06:49.564-08:00OTRO PENDIENTE PARA ANA<o:p></o:p> Me está devorando<br />No voy a hacer nada.<br /><div style="text-align: left;"> La deseo.<br /><span style="font-style: italic;">Soy su regalo.</span><br />Su nuevo pendiente.<br />La reina Ana me necesita<span style="font-style: italic;">,<br /> </span><span style="font-style: italic;">Y yo a ella.</span><i style=""><br /></i>Me prometió belleza infinita,<br />Y yo saciaré su sed.<br />La reina me ama,<br />Y yo también.<br />Yo pendo de ella,<br />Y ella depende de mí.<o:p> </o:p></div> <p class="MsoNormal">Podría no morir,<br />Pero mataría a un dios.</p>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-28221214521610216612007-12-12T12:30:00.000-08:002007-12-12T12:32:36.558-08:00EL SECRETO DE LOS TIEMPOS AJADOS<p class="MsoNormal">Sí. Conozco el secreto. La mujer me reveló las palabras prohibidas, y lo hizo justo antes de que ese extraño estruendo destruyera mis tímpanos, de donde caía sangraza seca. Fue antes de que de las tripas de la tierra escaparon millones de ratas, inmundas, carniceras, que devoraron mi lengua. Fue justo antes de que aquel monstruoso e incontenible viento, se desate mágicamente, y me arrebatara el entendimiento. Fue justo antes de que las aguas crecieran, oscuras y resentidas, llegando hasta mi cuello y más alto también. Fue justo antes de que la vida se me fuera por las venas.<br /><o:p></o:p><br />Entonces, comprendí que aquel secreto, aquellas palabras escondidas, eran conocimiento de muertos. Y sólo por eso, lograban mantenerse ocultas.</p> <p class="MsoNormal">¿Tú, mortal, quieres conocer el secreto? </p>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-44140481181519712752007-11-19T14:52:00.000-08:002007-11-19T15:04:44.486-08:00SOLILOQUIO DEL POBRECITO<p style="text-align: left; font-style: italic;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"></span></p><blockquote><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><div style="text-align: left; font-style: italic;"> </div><p style="text-align: left; font-style: italic;" class="MsoNormal"><span style="font-size:100%;">Porque mates a las langostas de mi vida<br />No te ganarás mi amor.<br /><br />Porque destruyas el hambre de mi estomago,<br />No me alimentarás como una madre.<br /><br />Porque dejes en mi mochila tus monedas y tu superioridad<br />No serás mi amiga.<br /><br />Porque disfraces mi infierno con tus juguetes<br />No jugaré con vos.<br /><br />Solo podré quererte<br />Si me abrazas sinceramente<br />Sin que sea un pobrecito.</span></p></blockquote><p style="text-align: left; font-style: italic;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"></span></p>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-61073525898428142382007-11-01T20:52:00.001-07:002007-11-01T20:58:08.971-07:00SECUENCIA<o:p></o:p><span style="font-size:130%;"><span style="font-family:verdana;">Una puerta. Una escalera. El umbral de una habitación. Una cama deshecha. Una mujer y un hombre. Una mujer y un hombre sin ropa. Un dedo de mujer desnudo sobre un pecho masculino. Una alianza tirada. Una escalera. Una cocina. Un puñal. La escalera. La mujer asustada. El puñal en su garganta. El hombre espantado. Una persecución-cacería. El puñal en el pecho del hombre. Un balcón. Y el piso cada vez más cerca.</span></span>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-7713521882726106372007-10-22T10:04:00.000-07:002007-10-22T10:15:46.090-07:00HUELLAS EN LA ARCILLA<p class="MsoNormal"><st1:personname productid="LA ARCILLA" st="on"></st1:PersonName><o:p></o:p>Plasmaste huellas en mi arcilla metálica. Una arcilla que se <i style="">encierra</i> en mi cráneo y baja por mi medula, para impregnar <i style="">todo</i> mi cuerpo, para hacerme <i style="">yo</i>. Una arcilla metálica que es la carne de mi pecho, y es quien forma a mis sueños –incluyéndote ahí-. Cómo el grito de un chancho es gravado en los recuerdos y el cuchillo del chico que debuta con la muerte, quedaron las marcas de tus manos en mi metal, <i style="">como la muerte de un chancho</i>.</p> <p class="MsoNormal">Tal vez te fuiste, tal vez no existas, tal vez si, pero el espectro de tu rostro nunca saldrá de mi pecho ni de mi nuca, <i style="">nunca</i>.</p>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-28368068374775687982007-10-09T14:15:00.001-07:002007-10-09T14:23:56.646-07:00<p class="MsoNormal">Veo como se aleja,</p> <p class="MsoNormal">camina lejos de mí.</p> <p class="MsoNormal">Tiene vida.</p><p class="MsoNormal">Los cinco deditos le sirven como patas.</p> <p class="MsoNormal"> Y se va, </p> <p class="MsoNormal">mientras queda en mi muñeca,</p> <p class="MsoNormal">solamente un muñón.</p>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-23130650397668685302007-10-02T16:19:00.000-07:002007-10-02T16:34:06.808-07:00<h3 style="text-align: left;" class="post-title entry-title"><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:85%;"><span style="font-weight: bold;">A continuación, compartir quiero con vosotros, un texto realmente significativo e interesante. Un texto corto, es este, y no tal complicado de Jorge Luis Borges. Una producción muy interesante, que describe "un tiempo que no podremos entender". Espero les apetezca</span></span></span></h3><span style="font-size:180%;"><br /><a style="font-family: arial; font-weight: bold;" href="http://bibliotecaheredada.blogspot.com/2006/01/juan-lpez-y-john-ward-jorge-luis.html">Juan López y John Ward</a></span><br /> <div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;"><br />Les tocó en suerte una época extraña.</span></div><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;"></span></div><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;">El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras. </span></div><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;"></span></div><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;">López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.</span></div><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;"></span></div><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;">El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en un aula de la calle Viamonte. </span></div><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;"></span></div><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;">Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel. </span></div><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;"></span></div><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;">Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen. </span></div><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;"></span></div><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;">El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.</span></div>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-29511236853902094912007-09-08T18:25:00.000-07:002007-09-08T18:30:34.346-07:00<span style="font-size:130%;">Olvidaré un tiempo anterior. De hombres azulados hechos con un barro arcaico. Un tiempo donde los hombres eran bestias gigantes, azules, bestias. Un tiempo de furia, de violencia, de guerras. Un tiempo salvaje de sangre cristalina que fluye en lugar del agua. Olvidaré este tiempo anterior donde el hombre saciaba su sed de sangre, devorando la vida con sus manos. Olvidaré este tiempo pasado que no volverá.</span>Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-4600240341497186782007-08-27T13:59:00.000-07:002007-08-27T14:09:06.070-07:00Gracias al siguiente poema, me fue dado por APOA (Asociación de Poetas argentinos) el segundo premio en las VIII olimpiadas colegiales de poesía, categoria B.<br /> La producción no tiene título, por eso quiero que cada uno le ponga el que le parezca más apropiado. Si desean pueden comentarlo. Sin más preámbulo, he aquí el texto.<br /><br /><br />Mis hediondas entrañas sobre la mesada<br />y el crujir de mi vientre<br />gritan tu nombre.<br />Con hilachas de carne<br />me cosés la boca.<br /><br />La sangre macerada<br />se mezcla con el alcohol.<br />La tomás comenzando nuestra liturgia.<br /><br />Cada día me matás un poco más<br />para revivirme con tu sarcasmo.<br /><br />De un mazazo<br />rompés los rótulos de mi corazón,<br />haciéndome olvidar mis antepasados.<br />Te veo, inagotable, <br />engendrar vida.<br /><br />El resplandor de tus ojos <br />ilumina mi indigno ser.<br />Con el bisturí<br />me arrancás la miseria.<br /><br />Soy un zángano<br />frente a tu belleza.<br />Un arcaico espectro humano<br />que busca mezclarse con la alquimia de tu rostro.<br /><br />El epigrama ancestral dice que no te merezco<br />Y es por eso que dejaré <br />que mates mi materia<br />que calles mi conciencia<br />y que destruyas mi espíritu<br />con tal de amarte.Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-4580771826094003152007-08-02T14:30:00.001-07:002007-08-02T14:47:13.828-07:00Sin título aúnVisto y considerando que con mi amiga Maira pasamos a la final de las Olimpiadas colegiales de poesía de APOA, y teniendo en cuenta que tenemos que escribir ese día un poema, con palabras que ellos nos den, decidimos hacer un pequeño ejericio de práctica, para la escritura. Salieron dos producciones muy interesantes, y quiero compartir con ustred, la mía (me encantaría que pudiera leer el otro texto, pero como no me pertenece, no lo publicaré sin el debido consentmiento)<br /><br />A veces pienso<br />en lo oscuro de nuestras vidas.<br />En lo infeliz que me hacés<br />En lo absurdo que somos.<br /><br />A veces pienso,<br />A veces siento.<br />Siento que sería feliz matando.<br />Que si me ensalzara en tu sangre,<br />todo lo malo cesaría.<br /><br />¿Para qué seguir con esto?<br />¿Para qué nuestras dos hipocresías?<br />¿Para qué los besos, <br />las caricias, el amor?<br />¿Para qué la fidelidad,<br />para qué, para qué?<br /><br />¿Para qué seguir engañándonos?<br />Engañándome.<br />A veces siento que me hacés feliz,<br />no te voy a mentir. <br />Pero después <br />siento una tremenda punzada en mi pecho,<br />que solo vos causaste.<br /><br />Hoy, cuando la noche caiga,<br />voy a acercarme a la cama.<br />Te voy a mirar dormir,<br />y voy a imaginar<br />como mis manos<br />quiebran tu cuello.<br />Como disminuye tu pulso.<br />Imaginar.<br />Con cada suspiro te acercás más a la muerte.<br />Vas a abrir los ojos.<br />Y me vas a ver borracho de felicidad <br />matándote.<br />Y, finalmente,<br />el dolor terminará para ambos.<br /><br />Imagino todo eso,<br />Y cundo toque tu blanco, y frágil cuello.<br />Te voy a mirar.<br />Me voy a acostar a tu lado,<br />Te voy a besar,<br />Y me dormiré pensando que aún hay esperanza.Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-495715337152280983.post-23935902039064731242007-07-30T21:59:00.000-07:002007-07-30T22:11:17.864-07:00Antes que nadaPongamos en claro una cosa.<br />No siento placer al escribir. Es más, siento dolor. Solo es una necesidad. Matar no es reconfortante, pero debemos hacerlo para poder comer. Lo que a mi me interesa no es escribir en si, sino otra cosa. No sé como definir esa otra cosa, pero se que el camino es la literatura.<br />Tampoco pretendo escribir genialidades, tal vez un poco picarle el bichito del interés a alguien.<br />Creé este espacio, simplemente, porque me da lástima ver a mis criaturas en la soledad de las carpetas donde las guardo, y me gustaría darles vida al menos por un momento, el momento en que usted lee ( o tal vez lo haga para combatir mi desvelo)<br />También voy a aprovechar este espacio para repasar algunos textos de otros autores. Textos que quizás usted conozca (o tal vez no) pero que es grato recordar.<br />Pues entonces, espero no aburrirlo.Octaviohttp://www.blogger.com/profile/02357041265508088503noreply@blogger.com2